
Burlada, 2009. Paco Ocaña.


Barcelona, 2009. Paco Ocaña.
FOTOGRAFÍA, TEATRO, ESCRITOS Y OTRAS MÚSICAS
El Camino de Santiago asciende desde el Baztán por el Puerto de Belate y pasa por una antigua calzada romana señalada por piedras a modo de miliarios, o menhires, que permanecen plantados como guardianes del paisaje y testigos del tiempo.





Me traslado a Madrid con motivo del PHE09 con el propósito de contemplar, entre otras exposiciones de fotografía, la de Annie Leibovitz. Imponente exposición en todos sus aspectos. De visita y visión obligada para cualquier interesado por la fotografía y el arte, y de la que quiero dejar constancia en esta bitácora.


John Lennon y Yoko Ono.





Textos: "Holgada penumbra", ( de TAÑEDOR DE SOMBRAS)
Fotos: Paco Ocaña, Agosto 2009.



El GRAFFITI NO ES UN ARTE, SINO UN DELITO.
Y mientras estas divertidas y sutiles escaramuzas se producían en la capital del reino, en la otra capital del otro reino, la del colega de hazañas bélicas del consorte de la concejala, la llamada Tate Modern Gallery, que es un museo londinense, puso en agosto del pasado año su emblemática fachada industrial de ladrillo oscuro que mira al Támesis, al servicio del street art realizado por seis artistas callejeros internacionalmente reconocidos. En esta iniciativa que se llamó “Street Art at Tate Modern”, seis pinturas de 50 metros de altura cubrían la fachada de ese museo que apostaba por las nuevas técnicas artísticas urbanas y contestatarias. Y sin complejos.

Al brillar un relámpago nacemos
y aún dura su fulgor cuando morimos:
tan corto es el vivir.
La gloria y el amor tras que corremos
sombras de un sueño son que perseguimos:
¡Despertar es morir!
Gustavo Adolfo Béquer
Foto Paco Ocaña 2009
RUIDOSO SILENCIO
Un ruidoso silencio me acompaña
igual que el movimiento al oleaje;
recorre mi camino en este viaje
que anuncia su frontera en tierra extraña.
Un silencio que ruge en la maraña
del ruido colosal de mi equipaje,
que celebra y festeja un homenaje
con muecas a la Parca y su patraña.
Un culpable silencio que se crece
ante la angustia ajena y no renuncia
al fatídico espejo en que se mira.
Un silencio homicida que estremece
si descubre la voz que lo denuncia
desvelando a la vida su mentira.


